La forma en la
que me miraba. Era tan, a ver ¿cómo decirlo? Tan especial. Tan linda. Me miraba
como si me conociera completamente. Como si pudiera leer en mis ojos todo lo
que me pasaba y al mismo tiempo decirme que me entendía y me quería igual. Y yo
estaba completamente embobada con esos ojos. Lindos ojos marrones. Mejor dicho
con ese rostro. Había veces que no me podía contener. Es que era demasiado
bonito. Me distraía de cualquier pensamiento lógico. Y a la vez me traía a un
solo pensamiento, no estábamos juntos, no le gustaba.
Hay veces que pienso que soñar es perjudicial
para la mente. Pero sé que lo pasé bien en ese sueño. Sé que me desperté contenta
de haberte soñado, y desesperada por tratar de recordar hasta lo más mínimo de
lo que me había permitido imaginar. Pero no se puede vivir de los sueños. No
señor. Aunque eso no me quita el deseo de que él me viera como me vio en ese
sueño. Que me mirara realmente. Pero no es así, y lo tengo que aceptar, aunque
eso me tome un tiempo y unas cuantas lágrimas.
"...tiempo y unas cuantas lágrimas" algo trágico, y simple, pero simplemente profundo. Como las cosas que valen la pena.
ResponderEliminar