Vistas de página en total

sábado, 14 de julio de 2012

Una plaza

Todo pasa muy rápido. Los autos van ligeramente, tratando de buscar un lugar, de pasar a otro, de irse urgente de una zona. La gente pasa, pasa y pasa, casi trotando, siempre apurados, siempre hay algo mejor que hacer o que ver. Pero no disfrutan la simple imagen que ven. Están apurados por llegar a un lugar, por irse de este, quieren mirar tal cosa, hacer tal otra. Y la vida a algunos se les pasa volando. Pero cuando se ponen a pensar por unos segundos, paran, se detienen, siente que no vieron nada, que no vivieron nada. No llegamos muchas veces a apreciar lo que tenemos, lo que somos, lo que vemos, lo que nos dan, el lugar en donde estamos. 
Todo eso miraba y pensaba una chica, estaba sentada en una plaza, a la vista de todos y de nadie. Quizá ella podía verlos, pero nadie la miraba a ella. Analiza, y descubre un mundo enorme de oportunidades. Oportunidades que otros dejan pasar, o desperdician. Descubre cosas nuevas en los lugares, detalles, que nadie ve, algunos son insignificantes, pero no es así, cada cosa pasa por algo, y cada cosa está por alguna razón en un lugar. Ve un gran mundo, y ella se siente tan pequeña, siente que ese mundo la va a comer en cualquier momento. Vislumbra varios caminos, pero no sabe a cual ir, siente que en el que elija, algo va a salir mal. Algo la va a asustar, y ella va a estar perdida. Pasa el rato, sigue "filosofando" sentada en una plaza, hasta que descubre que todavía es joven, todavía es chica, y que tiene que disfrutar la vida, hacer de todo, animarse a todo, pero disfrutando la vista, el paisaje, y las personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario