Vistas de página en total

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Demostración al público


           Todo comenzó en el año 2065, el mundo estaba viviendo uno de sus mejores años. Eran esos años en donde sus habitantes estaban considerablemente felices, tenían trabajo, se vivían en un lugar pleno, soleado, y libre.
          Parecía que las personas, vivían en un mundo perfecto, pero realmente no sabían, no conocían verdaderamente el mundo en el que habitaban, porque escondido había otro mundo, otra lado del mismo planeta en el cual se vivía miseria, pobreza, tristeza, soledad. Ese lado no se conocía abiertamente o simplemente, los que si lo conocían no querían aceptarlo y por eso lo ignoraban, trataban con indiferencia el tema.
           Mike Wayman, había nacido en el año 2015, había nacido en el seno de una familia rica. De joven siempre le había gustado la ciencia, experimentar, etc, y cuando tuvo 18, entro en una prestigiosa universidad llamada Duke University. Luego de 6 años Mike se recibió de científico. Él estaba saliendo con una joven que también iba a su universidad, Susan Monroe, con la cual se casó y a los 6 meses de ese acontecimiento ella quedo embarazada, y nació Megan. Luego, seis años después nació Esme.
          Cuando Megan tenía 23 años, estudiaba Biología en la misma universidad en la cual su padre había estudiado. Esme tenía 17 años, y estaba en su último año de secundaria.
          Mike durante varios años había tratado de inventar un aparato o algo que haga mejorar de alguna manera la calidad de vida de las personas, pero no había tenido mucho éxito con sus proyectos. Salvo en uno. El ultimo invento que había creado, lo había estado perfeccionado durante 10 años, se trataba de unos robots o ciborgs, que estaban técnicamente programados para  ayudar a las personas, es decir, protegerlos, cuidarlos, y satisfacer sus necesidades. Él  veía el mundo de una manera especial, él sabia de los dos mundos, del perfecto, y del imperfecto e infeliz. Por esa misma razón quería tener éxito en su último experimento, para poder mejorar un poco las vidas de las personas que vivían escondidas en el mundo feo.
          En el año 2066, Mike terminó correctamente su invento, y lo mostro al público. Varios científicos lo investigaron para ver que no tuviera ninguna falla, la cual podría causar algún daño al ser humano. Al finalizar con la investigación, se comprobó que no tenía ninguna falla en el sistema. El invento se puso en venta, y pronto se empezó a popularizar en todo el mundo.
       Los robots o ciborgs, eran muy parecidos a los humanos, tenían sus mismas facciones faciales, y también sus mismos rasgos físicos. Mentalmente tenían una misión: ayudar al ser humano. Pero los ciborgs eran parecidos entre ellos y tenían todos, una estatura media, eran morochos, aparentaban edades de 25 a 30 años. A simple vista no se los reconocía.
           Las personas parecían vivir mas felices que antes, y la parte del mundo en la cual tenia problemas se fue mejorando con el tiempo, hasta llegar al punto de que no existía esa otra realidad.
         Luego de unos meses, el producto se había expandido por el mundo exitosamente. Pero las críticas habían empezado a ser muy malas. A lo largo del tiempo se habían ido encontrando detalles, fallas insignificantes, depende del uso que uno le dé, el producto se fue deteriorando, rompiendo, hasta ser en algunos casos inservible, ya que no andaban.
          Hubo un accidente a los 2 años de salir al público, uno de los ciborgs, había matado a una pequeña, por accidente, por supuesto. Según las investigaciones hechas, no se supo bien cual había sido el error que tenia el invento, para llegar al extremo de matar a una persona. Y eso causó un gran cambio en la sociedad, porque la gente estaba asustada porque no sabían si también sus ciborgs, podrían lastimarlos a ellos. Finalmente se prohibió la venta de este invento, pero no se pudo identificar a los demás, porque eran muy parecidos a los verdaderos humanos.
          Mike estaba seguro de que el mismo robot no lo había provocado, pero nadie le creía. Él siguió insistiendo en que investigaran más el caso de la muerte de la pequeña, pero los científico y la policía encargada del caso, no le hizo caso y dió por terminada la investigación. Entonces a causa de eso, Mike hizo su propia investigación y descubrió que el ciborg había sido maltratado y por esa razón había reaccionado de esa forma. Al descubrir eso, se lo dijo a la policía pero tampoco le creyeron porque la familia de la victima había testificado que no habían maltratado al robot, lo habían tratado común y corriente como si fuera una persona más. Mike no tuvo más opción que rendirse.
          Un día Mike estaba leyendo el diario y de pronto ve una noticia que lo sorprendió. El titulo decía “personas ‘matan’ a ciborgs”. La nota decía que un científico había descubierto una forma de diferenciar a los robots, de las personas. La gente supo como hacerlo y empezó a “matar” a los ciborgs, a destruirlos. Mike al leer eso quedo sorprendido, se sentía apenado y pensaba como podía haber pasado eso, como los humanos podían ser capaces de destruir algo que por un tiempo los hizo más felices, algo que les había mejorado la vida. El simplemente no lo entendía, pero sabía que tenía que hacer algo para parar esa destrucción.
         Mike salió de su casa y vio como la gente, afuera de sus cazas, empezaban a golpear a los ciborgs, a romperlos, a destruirlos poco a poco. Entonces él empezó a correr y a avisarle a la gente que pare de hacer eso, que pare de aniquilarlos, pero ellos no querían escucharlo, querían solamente deshacerse de los ciborg. Luego de unos días, el noticiero había mostrado la noticia de que probablemente los robots habían sido destruidos completamente, sin dejar rastro alguno de ellos. Lo que no sabían era que también se estaban matando entre ellos. Si bien el científico había descubierto cómo diferenciarlos, no todos lo sabían, y empezaron a matarse entre ellos, sin saber que no eran robots originales.
        El acontecimiento terminó en una situación grave, en la cual Mike había pensado que terminaría, en parte todo finalizó con una masacre de robots y humanos. Y por el otro lado, el mundo se dividió de vuelta en 2 partes; en una parte feliz y otra triste, pero muy distinta la del comienzo de esta historia. El lugar que se creía feliz, los disfrutaban escazas personas, en cambio el lugar que era triste empezó  ser muy amplio, y se lleno de gente. En síntesis el mundo había terminado muy mal, porque las personas habían destruido algo que los había ayudado notoriamente, algo importante para ellos, algo que bueno simplemente los había hecho mejorar sus vidas ser felices.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Dark Paradise

        Una habitación pequeña, una gran cama cubierta de una fina sábana. La ventana estaba abierta, era verano. Era un día lindo, caluroso. Todo el mundo planeaba disfrutarlo al aire libre, en un parque o una plaza o algún lugar. Todos saldrían, menos alguien.
      Una mujer, delgada, bajita, de unos 26 años, estaba recostada sobre la cama. Dormida profundamente. y envuelta en la sábana suave y fina. Hacía días que no se movía, 3 semanas para ser más exacto. Lo único que hacía era dormir de día, y desvelarse de noche. Apenas comía. Cuando caía el sol, se acercaba a la ventana, miraba el atardecer, y disfrutaba ver la luna llegar y prenderse como una lamparita de luz que nunca se rompe.
     Ese día, se despertó todavía con los ojos cerrados, se estiro en esa cama que era muy grande para ella sola. Estiró su mano, como tratando de encontrar o agarrar algo, pero no había nada a su lado. Abrió los ojos, y recordó que él no estaba y que no iba a volver.
           [Even trhough you're not here, won't move on ...] 
          [Aún cuando vos no estés acá, no me iré...]
   Se levantó, fue a la cocina y se preparó un café. Mientras el agua se calentaba, fue hasta la contestadora del teléfono, apretó un botón, y la máquina dijo:
- Usted tiene 16 mensajes nuevos. - E inmediatamente empezó a emitirlos. El primero era de su madre, quería que la llamara y le contara cómo andaba. Otro era de su hermana, luego sus amigas.
- Verónica, podrías por favor levantar el teléfono, o al menos responder alguno de los 8 mensajes que te dejé. Por favor, hoy con las chicas vamos a sali.... - Verónica apretó un botón para pasar al siguiente mensaje. El resto eran de todas personas diferentes, pero decían lo mismo. Querían mandarle sus condolencias, decían que lamentaban su pérdida y que entendían su dolor.
               [All my friensd ask me why I stay strong. Tell'em when you find true love it lives on. Ahhh, that's why I stay here...] 
          [Todos mis amigos me preguntan por qué sigo siendo fuerte. Les digo que cuando uno encuentra el verdadero amor, este vive por siempre. Ahhh, es por eso que me quedo aquí...]
- No lo hacen, no lo entienden! -  Grito Verónica. Tomó su café y volvió a su cuarto.
     Se sentó en la cama, y se puso a pensar. Lo extrañaba demasiado, todavía no podía creer lo que le estaba pasando, incluso pensaba que algún día Louis iba a entrar a su casa y la iba a besar y abrazar como siempre. Eso es lo que necesitaba, un abrazo, su abrazo.
     Terminó el café y dejó su taza en la mesita de luz. Cerró los postigos de la ventana, y se acostó de vuelta. Cerró sus ojos, y trató de dormirse  recordó que había tomado cafeína, y se arrepintió de haberlo hecho, le iba a costar conciliar el sueño. Empezó a pensar, y a recordar. Todo lo veía en cámara lenta. Desde que se conocieron, hasta el final, todas las veces que habían salido. Las veces que se habían besado, cuando se peleaban, cuando se reconciliaban, el día que se fueron a vivir juntos, eran inseparables. Recordaba sus momentos felices, verlo a él reírse, con esa sonrisa que ella amaba. Hasta que de repente vino otro recuerdo a su mente, el accidente.
             [But there's no you, except in my dreams tonight. I don't wanna wake up from this tonight...]
          [ Pero no hay como vos, excepto en mis sueños esta noche. No quiero despertar de esto esta noche...]
     Todo había ocurrido muy rápido, estaban manejando con su auto por una calle vacía,  hablaban y reían, volvían de el casamiento de unos amigos. Eran las 8 de la mañana, y ellos estaban muy despiertos, él no había tomado, porque no lo hacía nunca, y por eso manejaba. Verónica había tomado un poco de vino, pero estaba bastante sobria. Seguían charlando cuando sin querer, distraídamente  pasaron un semáforo en rojo. Y ahí es cuando la memoria de Verónica se nubló. Lo poco que vio fue a un camión acercándose a ellos, a una alta velocidad. Louis no pudo hacer nada, sucedió lo inevitable, el gran camión impactó contra el costado izquierdo del auto, y lo arrastró media cuadra. La siguiente cosa que recordó era una ambulancia, mucha gente a su alrededor, luego recordó estar en el hospital sobre una camilla gritando:
- Louis, Louis, quiero verlo, déjenme verlo!! - Ella mucho no se había lastimado mucho, se había quebrado la mano únicamente.  Pero él estaba más grave. Luego de unas horas, le informaron que Louis había fallecido. No lo podía creer.   
          [There's no relief, I see you in my sleep, and everybody's rushing me, but I can feel you touching me. There's no realese, I feel you in my dreams, telling me I'm fine...] 
            [ No hay consuelo, te veo en mis sueños, y todo el mundo está persiguiéndome pero yo puedo sentir que me tocás. No hay liberación, te veo en mis sueños, diciendome que estoy bien...]
    Y así siguió toda la noche, pensando y rememorizando, hasta que finalmente se durmió. Verónica trataba de dormir lo más que podía, porque todas las noches y todos los días soñaba con él, lo veía, lo escuchaba.
              [Everytime I close my eyes, it's like a dark paradise....] 
              [Cada vez que cierro mis ojos, es como un paraíso oscuro....]
        Y esa era su alegría, verlo una vez más. Soñaba con que caminaba con él, que iban juntos a todos lados, quería no despertar, solamente para estar unos segundos más junto a él. A veces tenía pesadillas y soñaba con el accidente. Luego pensaba, estaba mal amarlo y pensarlo siempre. En sus sueños, él le hablaba y le decía que todo estaba y estaría bien.
              [Your soul is haunting me and telling me, that everything it's fine, but I wish I was dead...]
        [Tu alma está acechandome y diciendome que todo está bien, pero yo desearía estar muerta...]
      Ella no pensaba igual, no podía concebir un mundo, o una vida sin él. Tenía una sola idea en mente, y planeaba ejecutarla, se prometió a si misma que lo iba a cumplir y le saldría bien. Tenía miedo, de que su plan no funcionara, y no lo viese de vuelta, pero algo tenía que intentar, cada día era más desesperante.
       [No one compares to you. I'm scared that you won't be waiting on the other side...]
       [Nadie se compara con vos. Tengo miedo de que no estés esperandome al otro lado...]
      Investigó, compró lo necesario, quería que fuese rápido e indoloro. Y un día lo hizo. Se acercó a la ventana de su habitación, salió al balcón. Estaba en pijama, un camisón suelto que le llegaba hasta las rodillas. Sintió el viento, vio el amanecer, su último crepúsculo. Tenía miedo, respiraba aceleradamente, y su corazón no paraba de latir. Se puso firme y dijo.
- Ya voy, esperame.
      Inmediatamente se llevo a la cien, el revolver que tenía en su mano derecha, y disparó. Murió al instante, convencida de que si ella también moría, finalmente iba a poder estar con él.


Canción original: Dark Paradise - Lana del Rey.
http://www.youtube.com/watch?v=REr7GaRcTts&feature=fvst

martes, 27 de noviembre de 2012

La sensación

       Existe una sensación, única en su clase. No muchos la han experimentado y es difícil encontrarla. Cuando pasa dura poco, es un momento. Todo el mundo la busca, hay personas que nunca la sintieron. Muchos mueren intentando encontrarla, todos hablan y dicen, algunos sin conocerla, que es larga, que te hace ver las cosas de otro modo, que es la mejor sensación que uno puede vivir. Pero no todo eso es verdad.
      Hay que esforzarse mucho para conseguirla, algunos dicen que no vale la pena tanto trabajo para una sensación de 5 segundos. Pero no es así, el que quiere experimentarla sabe lo que hace y por qué lo hace. Cuando uno trabaja mucho para conseguir algo, cuando alguien estudia demasiado para un examen  cuando uno llega a un lugar al que creía inalcanzable, o cuando está finalmente con la persona indicada. Al final de todas estas acciones, lo que uno consigue es la sensación de felicidad, o a veces la sensación de sentirse completo. Cuando uno logra lo que quiere, cumple metas, o recibe algo beneficioso a cambio de todo el esfuerzo que hizo, se siente bien, feliz. Es una felicidad que no perdura, pero que si se puede repetir, cada vez que uno quiera y pueda sentirlos.
     No es lo mismo no esforzarte y conseguir algo, eso no te da un momento de felicidad, o quizá si, pero no es genuina. Te da una alegría momentánea. En cambio, si logras lo que te proponés  con mucho trabajo, te hace sentir bien, con vos mismo, con el resultado, con todo. Te sube el autoestima, te sentís mejor. Sí, solo dura unos segundos, pero la sensación es genial. Te da ganas de vivir, de seguir intentando, de cumplir con las cosas, para poder sentirte satisfecho y estar feliz, tan solo por un momento, con uno mismo.

viernes, 23 de noviembre de 2012

The lousy truth

    No lo puedo evitar, siempre fue así, lo es ahora y lo será cada vez que mire sus ojos. Son de esas cosas que uno no puede evitar. Por fin descubrí que podía vivir sin pensar en él. Me olvidé de él, finalmente. Me resigné? La verdad no lo sé, supongo que sí, me rendí. Y está muy bien, ya que esas cosas hacen mal, seguir en un mismo círculo que te hace volver siempre al mismo lugar, ese al que no querés ir.
     Pero así sin pensarlo, pasó. Lo miré directo a los ojos, esos ojos que me matan suavemente, aquellos a los que nunca les pude, ni les puedo decir no. Lo miré y recordé por qué me gustaba, por qué lo quería a pesar de todo. Y él me miró también, de una forma que no mira a otros, de una manera que solo la usa conmigo. Dios sólo sabe por qué. Recordé,  lo recordé. Y me puse a pensar, inevitablemente, no me arrepiento de nada. Pero siempre me voy a quedar con las ganas de decirle algo, lo que siento quizá. Nunca lo dije, y no creo que lo haga nunca. Supongo que estoy esperando el momento correcto, o eso es lo que yo quiero creer. O solo tengo miedo de que él me diga que no siente lo mismo, y yo sé que eso es lo que me va a decir. Lo sienta o no, nunca me va a decir la verdad. Siempre me va a dejar con la duda, la incertidumbre. Y es inevitable e incorregible, porque él es así, no va a cambiar y quizá yo tampoco quiero que lo haga.
     Lo odio, y a la vez no. Es el culpable de la mayoría de mis heridas. Pero también es responsable de unas cuantas sonrisas. Por él, he escrito muchas cosas, me he inspirado. Algunas cosas me gustan, y otras no. Si tan solo lo supiera. Supiera que él es la causa y el protagonista de muchas historias. Qué diría? No lo sé, pero para mí es romántico. No es intencional, me sale escribir sobre él. No, no estoy enamorada, lo juro. Pero él tiene ese no sé qué que me puede. Que suerte, lo estoy olvidando, tarde o temprano va a terminar siendo solo un mal recuerdo, de una mala época.

Realidades ficticias

      Ilusiones y fantasías me dicen qué decir y qué hacer. Me dicen cosas que no quiero escuchar. Me hacen ver cosas que no deseo ver. Todo es ficticio, no existe. Ese mundo no es realidad. Y la realidad, no la quiero ver. Pensamientos se amontonan en este pequeño cerebro, se terminan mezclando, y me hacen confundir todo. Solo quiero escaparme. No quiero tener que hacer todas las cosas que hago, ni ver todas las cosas que veo, ni aceptar las cosas con las que no estoy de acuerdo.
       No quiero decir que si a las cosas que deseo decir no. Y viceversa. Quiero dormir. A veces eternamente. Últimamente todo me deprime,  soy yo? es el mundo? la vida, tal vez? No lo sé, lo que si sé es que estoy harta de todo, del mundo que me come de a poco con su magnificencia. De la vida, que a cada minuto quiere que decida cosas difíciles a las que no sé qué responder, o no estoy lista para hacerlo. Y especialmente estoy harta de mí, de ser siempre la misma, supongo.
    A veces me despierto en la noche, o incluso a la mañana y ruego por seguir durmiendo. Ya que sueño cosas hermosas, seres bonitos, historias buenas, situaciones positivas. No quiero despertarme cuando puedo soñar todo eso. No quiero despertarme y que la realidad me golpee fuertemente. El problema es que luego, confundo lo que soñé con lo que pasó de verdad. Me acuerdo de todo, y sólo me queda rogar para que algún día pase lo que yo quiero.


Ya sólo me queda,
la vacía pena
del viajero que regresa.
Estoy tan perdido,
soy la asesina de
de tantas primaveras.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Million dollar man

          Era 1975, había un bar viejo, al que la gente iba a mirar shows de cantantes poco conocidos, pero buenos. Se decía que allí iban empresarios importantes. Todas las noches había una banda diferente. Algunos días tocaban rock, en sus diferentes categorías melódicas, otros días pasaban indie o contemporáneo. El lugar era medianamente chico, tenía una decoración bohemia, luces bajas, cuadros en toas las paredes. Habían unos sillones antiguos pero cómodos ubicados al lado de la pared. Una barra larga y llena de distintas botellas que contenían licores añejos exquisitos. El barman era un hombre de unos 60 años, tez morena, ojos oscuros, un poco excedido de peso. Todo el mundo allí lo conocía, ya que trabajaba en el bar hacía 30 años.
        Las personas que concurrían al bar eran siempre las mismas. Estaba el borracho de siempre, que se ponía a hablar con todos, diciendo incoherencias. El serio, que iba solo para acompañar a sus amigos. El artista, que se ponía en una esquina a retratar a los personajes que veía allí dentro. Y estaba el solitario, que iba a ahogar sus penas en el alcohol, pero que nunca se lo vio ebrio. Siempre mantenía su cordura, y se iba al final de la noche cuando todos se habían ido, solo quedaban él y el barman que cerraba el bar. Él era un empresario exitoso, era simpático y todos le querían. Era solitario, cosa que a veces le jugaba en contra. En el bar, no hablaba ni hacía nada con nadie.
       Una noche, este hombre había ido al bar con un propósito especial. Quería ver a una mujer que iba a cantar ese día. Cuando la anunciaron, todos ovacionaron su presencia. subió al escenario, con un vestido rojo largo precioso. Estaba peinada de manera tal que su larga melena le caía por los hombros a la cintura naturalmente. Casi no tenía maquillaje, solo se había pintado los labios de un rojo carmesí. Ella era alta, delgada, con ojos marrones, y una extraña mirada perdida. Parecía una mujer abandonada, sin vida. El único motivo que le daba a la vida era el de cantar. Tenía una voz rara pero linda, suave y antigua. Empezó a cantar.
              [You said I was the most exotic flower. Holding me ticht in our final hour...]
             [Dijiste que yo era la flor más exótica. Sujetándome fuerte en nuestra hora final...] 
       Cuando cantaba, el bar parecía otra cosa, todos estaban escuchándola con atención. Nadie decía nada. Los hombres pensaban en halagos para decirle cuando finalizara la canción. Las mujeres la miraban con celos y envidia, sabían que nunca podrían ser como ella. Y él, el hombre solitario con un vaso de whisky en mano, la miraba hipnotizado.
              [I don't know how you convince them and get them, boy. I don't know what you do, it's unbelievable...] 
            [No sé cómo los convences y los obtienes. No sé lo que haces, es increible...]
      Ella seguía cantando, sintiendo la música y lo que cantaba, una canción de amor. Miraba a todos y a nadie a la vez, veía rostros vacíos  hasta que lo vio. Se miraron mutuamente por un minuto, que pareció una eternidad.
     Ellos se conocían, habían sido amantes en una época. Pero su amor terminó tan rápido como la canción que ella cantó esa noche. Él era un hombre bueno pero ocupado, obsesionado con su trabajo, el cual lo consumía. 
                 [You've got the world, but baby, at what price?...] 
                [Tienes el mundo, pero cariño a qué precio?...]       
      Ella le quería, pero no aguantaba ese defecto. Así que él decidió separarse, cosa que los devastó a los dos. Esta cantante se volvió fría y amarga. Y él, tuvo que tomar una decisión y eligió su trabajo.
            [One for the money. Two for the show. I love you honey. I´m ready, I'm ready to go...] 
           [Una por el dinero. Dos por el show. Te amo cariño. Estoy lista, estoy lista para ir...]
     Luego de un tiempo, el hombre entendió que había cometido un gran error, y empezó a ir al bar todos los días, a esperarla. Hasta que ese día la vio.
     Los dos seguían mirándose  incluso cuando ella ya había terminado la canción. Ella se retiró del pequeño escenario en donde estaba, y fue directo a la mesa en la que sentado, esperándola, estaba él. No sé dijeron ni una palabra. Los dos se conocían, y no era necesario decir nada. Se miraron y entendieron qué era lo que quería cada uno. Se querían, estaban destinados a estar juntos, y lo sabían. Entonces él se paró, la tomó suavemente por la cintura, y le dijo:
- Te amo.
    Ella sonrió y le dio un beso en respuesta.
         [I don't know. You're screwed up and brilliant. You look like a million dollar man. So why is my heart broke?...]
        [No lo sé. Estás jodido y eres brillante. Luces como un hombre de millón de dolares. Si es así, por qué está mi corazón roto?...]


  Canción original: Lana del Rey - Million dollar man.
http://www.youtube.com/watch?v=lM7O4cXuZuc


            

jueves, 1 de noviembre de 2012

Aguafuerte


     El tiempo pasa, rápido y lento a la vez. Todos lo valoramos de diferentes formas. Algunos no le prestan mucha atención. El tiempo pasa y se lleva la vida consigo. Esa vida que es distinta en todos y cada uno.
     Algunas personas que pasan por la calle, van caminando, con cierta dejadez y pesadez en su cuerpo. Caminan lento y como rendidos. Como si hubieran perdido una batalla, aquella que todos quieren ganar.
     Otros pasean, miran y observan todo. Miran el suelo, irregular. Notan plantas por ahí, y algunos brotes entre las grietas del suelo. Sacan fotos, a veces a todo lo que ven, algunos de ellos son turistas. Van tranquilos, sin apuros, tratando de guardar en su memoria todo aquello que ven.
      Otros van apurados, casi trotando. Se llevan puesto todo a su paso, sin importar si se chocan con alguien o si sin querer hacen caer cosas. No ven por donde caminan, y entienden poco hacia donde van. Parecen robots, yendo de un lado al otro. Fríos y calculadores.
      Hay personas que van tranquilas, pero que no entienden mucho lo que pasa. Ven y observan todo, quizá demasiado  Pero les cuesta discernir entre lo que realmente ven y lo que desearían ver. Quizá me incluiría en esa categoría de personas andantes. Con el único detalle de que lo que veo, allí sentada en una vereda, una plaza o fuente, lo plasmo en un papel. Para contarlo al mundo, a alguien, a todos, a vos.

viernes, 19 de octubre de 2012

Pienso, luego existo.

           Leo, antes bastante seguido. Ahora de vez en cuando. Pienso, analizo, te veo y me arrepiento. Leo historias de amor y te pienso, te imagino. Trato de buscarte un lugar en las historias, en mis historias. Me entusiasmo e instantáneamente me deprimo. Hay días mejores que  otros. Veo películas y nos imagino en las escenas, en la trama, y en el final. Peo casi todos los finales son felices y el nuestro no lo fue. Sí, lo acepto tuvimos varias por no decir muchas malas. Lamentablemente me acuerdo de todo.
          Algunas cosas o situaciones creo que me las imagino, pero luego me acuerdo de que sí, pasó. Y al otro día nos vemos, te miro y observo. Y me pongo a pensar, qué sentís, que querés, qué pensás, me recordás? No lo sé y creo que nunca lo haré hasta que dejes de ser un cobarde. No te entiendo, trato pero no lo logro. Decís cosas confusas. Me decís que somos iguales, aunque yo ya había notado que coincidíamos en cosas, pero nunca, en la vida quisiera ser igual a vos. No lo fui, no lo soy, y no voy a ser como vos.
       Te veo, y te siento perdido. Sos a veces muy predecible, y otras muy indescifrable. Me decís que me querés, yo no te respondo, ya que no es de la manera que yo quisiera. Sí, obviamente te quiero, pero no te lo voy a decir nunca. Llamame orgullosa si querés, pero la verdad es que me cuesta decirlo, me siento tonta y vulnerable, frágil. No quiero que me veas así, siendo que sentimos cosas diferentes. Y además creo que me rechazarías y no quisiera volver a verme expuesta como una vez lo estuve.
Asique es así, aunque no diga las cosas, las siento. Ya me conocés, soy cerrada. Y sí, voy a poner mi mejor sonrisa, o la que pueda, aunque me sienta pésimo. Quizá no sea la mejor forma de llevar las cosas, pero es la mejor forma que yo puedo llevarlas.
      Y bueno, quizá algún día te darás cuenta, mires a tu alrededor y veas que siempre hubo alguien al lado tuyo, desde el comienzo, y quizás, solo quizás, te des cuenta de que ese alguien soy yo.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Caminos encontrados

      Él era un chico normal, común y corriente. Se llamaba Ezra. Tenía unos 17 años, era delgado y bajito, su rostro era agraciado, tenía facciones que enamoraban a varias. Era de temperamento calmo, inteligente, callado. A veces demasiado. Te podía hacer reír cuando quería, pero tenía como defecto ser una persona indiferente, desinteresada por los demás, lo que provocaba que muchas veces hiriera a las personas de su alrededor. Tenía a veces un mal genio que le hacía decir y hacer estupideces. Era orgulloso, lo que le jugaba en contra. Era fácil hablar con él, le gustaba mucho la música y las películas, pero sobretodo la lectura. Leía mucho, admiraba a los autores y sus historias. A veces era confuso con sus acciones, nunca estaba decidido con lo que quería. En lo amoroso, bueno no era un buen tema para él. Había tenido un par de novias, no las había llegado a querer realmente. Sí, la pasaba bien y las quería, pero nomas como amigos. Respecto al colegio, era un alumno promedio, ni se destacaba ni reprobaba, solo zafaba.
     Sus compañeros lo querían, pero lo conocían bien y sabían que era capaz de hacer boludeces, cuando quería podía ser cruel, traicionarte, mentirte, sin siquiera arrepentirse de nada. Pero también era un amigo con el que la podías pasar bien.
     Tenía una extraña relación con una chica de su colegio, Eugenia. Se podría decir que eran amigos, pero ninguno de ellos sabía si de verdad lo eran. Tenían una historia complicada. Se peleaban por mil cosas diferentes, diferían en opiniones, se insultaban todo el tiempo, pero al final del día se querían, y la pasaban bien juntos. Él la había lastimado algunas veces con lo que decía o hacía, y ella, estúpidamente lo terminaba perdonando siempre. Hubo un tiempo en que no se hablaban por meses, otros, se hablaban todos lo días. Tenían una personalidad parecida pero ella era más buena y sensible que él. Compartían gustos en música, pelis y libros. Pero como todos saben, que a una persona le gustan las mismas cosas raras que a vos, no lo convierte en tu alma gemela.
    En el año 2009 fue cuando algo cambio. Era julio, él tenía novia nueva. Seguía hablando con Eugenia, pero ahora de una manera diferente. Coqueteaban, se contaban cosas. Se mandaban cartas continuamente, porque en esa época ellos se manejaban así, todo lo hablaban por cartas. Cada uno tenía siempre las ganas de que llegaran cartas nuevas, y la incertidumbre de saber qué decían. Vivían en la misma ciudad, y de vez en cuando se encontraban, pero siempre con otros amigos, y no con muchas frecuencia. Ella se cambió de colegio, cosa que los distanció un poco.
    Un día las cartas empezaron a cesar. Él no respondía con el mismo entuasiasmo que antes, y ella no sabía bien por qué. Se sabía que Ezra tenía varios problemas con su novia. Se rumoreaba que ella era  insoportable y que él sólo estaba con ella por lástima, la conocía hace mucho y la quería, pero igual a cualquiera de sus otras ex novias. Él estaba un poco harto de ella pero no la quería dejar porque no quería estar solo. Uno de los problemas que tenían, era la cantidad de cartas que últimamente se estaban enviando Eugenia y Ezra, cosa que a la novia de este mucha gracia no le hacía.
    Ya a comienzos de agosto de ese mismo año, ni se hablaban, apenas se escribían, y las pocas cartas que recibían el uno del otro, eran tontas y monótonas, no tenían la misma magia que antes tenían. Eugenia pensaba que Ezra había perdido el interés en ella, cosa que le dolía, ya que lo quería a pesar de todo. Él, siguió con su vida, como si nunca la hubiera conocido, la ignoró, no quería en parte, pero tampoco le importaba demasiado.
    Y así siguieron los meses, no se hablaban, ni se miraban cuando se encontraban. Pasó un verano entero, y no hubo ninguna comunicación entre ambos. Hasta que un día se encontraron casualmente en la calle. Eugenia había salido del colegio y se dirigía hacia su parada de colectivo. Ezra estaba caminando hacia ningún lugar en particular, ya que todos los viernes al salir del colegio, se iba a caminar junto con su MP3 y andaba así, paseando y pensando hasta que se aburría y volvía a su casa. Y ese día era viernes.
   Al encontrarse, los dos estaban sorprendidos, hacia meses que no se veían, y ahora ni se reconocían. Parecían dos extraños hablándose por primera vez. Ella estaba enojada porque él había cortado toda la relación que tenían sin una explicación, pero sabía que en cuanto lo viese, inmediatamente lo iba a perdonar,. Ella era débil en ese sentido, lo sabía pero no podía hacer nada al respecto.
- Hola. - Dijo sorprendido Ezra.
- Hola - Respondió ella.
    Los dos estaban muy incómodos, no sabían qué decirse ni qué hacer. Entonces, Eugenia empezó a hablar y a hacerle preguntas, para eliminar ese silencio molesto que los invadía.
- ¿Cómo andás? ¿Qué es de tu vida? Hace tanto que no nos vemos. No sé nada de vos hace un montonazo. Lo último que supe fue hace como tres meses, me dijeron que te separaste de tu novia. Lo siento- Dijo Eugenia con un falso lamento.
- Sí, bueno no estábamos muy bien y la cosa no dio para más y decidí ponerle fin. A ella no le gustó mucho, pero yo creo que era lo mejor para los dos. Pero, contame vos, ¿cómo te está yendo en el colegio?
- Bien, aprobé todas las materia y en mayo comienzo un taller para prepararme para la facultad.
- Oh, eso es genial. - Dijo Ezra, con gran interés.
   Volvió un silencio incómodo. Se quedaron unos minutos en silencio, cada uno caído en profundos pensamientos. Hasta que él interrumpió a Eugenia en sus meditaciones:
- Tenés razón, pasó mucho tiempo desde que nos vimos por última vez. ¿Qué estabas haciendo por acá? - Preguntó, tratando de ocultar su nerviosismo.
- Nada en particular acabo de salir de la escuela y me dirigía a mi casa. ¿Vos?
- Hacía mis caminatas semanales.
- Jaja y, ¿cómo es eso? -  Preguntó con curiosidad Eugenia.
- Claro, todos los vienes salgo a caminar después del colegio, hasta que me canso y vuelvo a casa. - Explicó sonriendo Ezra. - Che, si no tenés que hacer nada ahora, ¿me querés acompañar? - La invitó esperanzado, deseaba mucho que ella pudiese. Con lo poco que habían hablado, recordó cómo era ella, y cómo hablaban fluidamente siempre y quería saber más de ella, ya que no sabían nada actual uno del otro.
- Perdón, pero hoy no puedo, tengo que estudiar todo el fin de semana y hoy también, porque la semana que viene tengo pruebas y si no estudio me matan. - Dijo Eugenia, un poco apenada por haberle dicho que no, pero de verdad no podía. Pero al ver la cara de decepción que puso su viejo amigo, se le ocurrió algo. - Hey, el viernes que viene estoy libre, si querés nos podemos juntar y charlamos mejor, ¿te parece?
- Buenísimo me parece, dale. ¿Te queda bien encontrarnos en la plaza que está cerca de la biblioteca municipal?
- ¿Cuál? ¿Esa que tiene un gran parque para chiquitos? ¿La plaza Aquisto?
- Sí, esa. ¿A las 3 podés? - Eugenia asintió. - Bueno, entonces nos vemos en un semana. ¡Chau! - Se despidió Ezra sonriendo, alegre de haberla visto de nuevo después de tanto tiempo.
      Eugenia le devolvió el saludo y se dirigió hacia su parada, por una parte apenada por no poder seguir hablando y por otra, entusiasmada porque se vieran otra vez.

jueves, 11 de octubre de 2012

Adiós

       "Desearía no tener que respirar. No tener que ver, oler, sentir, pensar. Desearía no tener sentidos, para ahorrarme todo esto que es la vida. Quisiera no tener sentimientos ni emociones, una razón sería para no tener que sufrir, otra, para poder tomar decisiones rápidas y concretas. Me gustaría no tener pies, me duelen y no quiero seguir lastimandolos con mis caídas, que ya son varias. Tampoco quiero tener piernas, están cansadas de tanto caminar por la vida, y están hartas de llevar el peso de un cuerpo que anda sin rumbo. Quisiera no tener ni cintura, cadera, ni panza, para poder tranquilamente mirarme, y decir no tengo nada. No quiero tener corazón, quiero ser fría e insensible, así no tendría tantos problemas.
     Desearía no tener manos ni dedos, para no tener que tocar superficies feas, ni levantar cosas imposibles. De esa manera no tendría que trabajar, ni escribir nada. Podría dejar de ver que la piel de mis manos está gastada por los años, está seca por este crudo invierno. Si no tuviera brazos bueno no sé, pero mejor no los quiero, no necesito que sostengan mis manos y que estás agarren cosas equivocadas, lo peor sería que agarrasen otras manos iguales a ellas.
      Quisiera no tener espalda, así no tendría que soportar y sujetar ese ladrillo gigante que te pone la vida encima para que sigas caminando a pesar de todo. Dicen que con los años el ladrillo se vuelve más ligero, pero, yo les puedo decir que tengo unos cuantos años y sigue igual de pesado. Desearía no tener cuello, así no sostiene esta enorme cabeza vacía.
      Me encantaría no tener boca, para no decir cosas estúpidas o innecesarias, para no trabarme al hablar, o simplemente para no hablar. Estaría bueno no tener nariz, de esa forma no oleríamos ningún aroma que nos recuerde a nada. No saben lo grandioso que sería no tener ojos, otra cosa por la cual nos ahorraríamos tantos problemas. no veríamos cosas que no queremos, tampoco podríamos ver a personas que no queremos. Me gustaría no tener oídos., para no escuchar las incoherencias de los tontos que me rodean. Para no escuchar tampoco, las cosas que yo misma digo.
    Pero lo que me haría de verdad feliz, sería no tener cerebro. Me salvaría. No tendría que pensar en nada, ni imaginar, ni sentir, ni recordar. Me dejaría dormir por las noches, no me preocuparía nunca por nada. Oh, ahí si sería completamente feliz. Pero, como sé que no se puede borrar todo este listado de cosas de mi vida. Voy a tomar el único camino que veo posible. Voy a desaparecer, volar, ser libre, así no tendré que preocuparme por nada.
                                                                                    Adiós."

       Y eso fue lo último que supieron sus padres, de su hija mayor, Erika. Una mujer sin hijos ni esposo, que vivía en un pequeño dupléx cerca del mar. Más presisamente cerca de los acantilados, en Mar del Plata. Hasta que un mal día dejó una carta en la puerta de la casa de sus padres, y nunca más la vieron. Pasó el tiempo, y las investigaciones seguían sin dar con ninguna pista o rastro de ella. Todo terminó cuando un hombre de prefectura los visitó, y les dio la noticia de que habían encontrado a su hija. Estaba entre las piedras con las que choca el mar, en los acantilado. Al parecer, se había suicidado. Hizo lo que había predicho, desapareció, voló, y se fue feliz, como quería ser.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Crecer

        Yo conocía a esa niña, a esa pequeña nena, que jugaba todo el tiempo. Que cantaba, bailaba, se reía siempre. Tenía un largo ruloso pelo negro, y con unos raros ojos verdes. Se dice que vivía siempre sonriendo. Me extraña que no sea tan así actualmente. Cuando quería, podía ser muy elocuente y ocurrente con lo que decía, y más de una vez le sacaba una sonrisa a alguien, ya sea sus buenos padres o cualquier extraño que la viese. De chica no tenía grandes ambiciones para su futuro. El primer oficio que un niño responde cuando se le pregunta qué quiere ser de grande es usualmente veterinario. Ella quería ser doctora. Luego, como cualquier otra persona de su edad,  se le ocurrieron 7 distintas carreras para seguir.
         Seguió una etapa en la que quería ser quimiquista. Sí, leíste bien, no me equivoqué al escribir. Ella decía que si uno estudia la química, no puede llamarse de la misma forma, entonces decidió que iba a ser quimiquista.
         No recuerdo cómo siguió después la historia. Supongo que aquella pequeña fue creciendo, y cambiando, a su ritmo, de gustos, juegos, carreras. Cuando tuvo unos aproximadamente 12 años, decidió que se iba a dedicar a la cocina, a la pastelería para ser más exacta. Quería cocinar y hacer esas magníficas tortas que siempre veía en la tele o revistas. Decorarlas dulcemente y con ese amor que le ponen algunas personas a lo que cocinan para que todo sepa mejor.
        Siguió creciendo, definitivamente no era la misma que antes. Había crecido de golpe. Se había caído unas cuantas veces, y se había levantado otras. Ya no hacía lo mismo que antes. Ya no sonreía tanto, no sé por qué, y creo que ella tampoco. Los desgastes del tiempo se le empezaban a notar cada vez más, y eso que era joven todavía, demasiado diría yo. Había madurado, pero solo un poquito. Todavía le faltaba mucho camino por recorrer, y ella lo sabía perfectamente, sin embargo, a veces, concientemente perdía el tiempo en pequeñeces.
        Luego descubrió algo que quizá la haya cambiado bastante. La hizo ver todo desde nuevas perspectivas. Empezó a leer, y a instruirse sobre cosas que le gustaban. se podría decir que empezó a descubrirse a si misma. Ya había llegado a la tan esperada adolescencia. Se empezó a preocupar por distintas cosas, hizo otras nuevas, cambió y definió sus gustos. Se dio cuenta de que ya no quería ser cheff, tenía en claro que no quería ser eso, pero todavía no sabía lo que quería seguir.
       Ya estaba en 4° año. Hace tiempo que había comenzado a escribir, ya sea para descargarse o por puro hobbie. Ya estaba en polimodal, era toda una señorita. En el colegio le iba bien, nunca le había ido mal, era buena estudiante, tenía sus problemas particulares, de concentración y organización. Le costaba concentrarse y no distraerse, y eso hacía que le costara hacer sus tareas. Pero así era ella, atolondrada, distraída y torpe. Ese mismo año tuvo una materia llamada Psicología. Al principio le pareció lo más aburrido del mundo. Luego, le encontró la vuelta y le fascinó. Le gustaba aprender cosas sobre las personas, ya sea pensamientos o personalidades, eso la ayudaba a entender mejor a la gente, y un poco a si misma.
      Un día a la salida de gimnasia, estaba caminando por una plaza y un joven la para y le pregunta si era de ese lugar. Ella responde que sí, que estudiaba allí en la facultad. Ni ella supo por qué había dicho aquella traviesa mentira. El chico le preguntó qué estudiaba, y ella inmediatamente contestó Letras. Fue lo primero que se le vino a la cabeza. Bueno, en fin, el chico quería vender no sé qué libros religiosos. Ella estaba apurada, así que le dio las gracias y se inventó una excusa para irse. Ese día no lo pudo olvidar, le quedó grabado. Ella estaba segura de que quería seguir Psicología, no tenía en sus planes estudiar letras, y sin embargo eso fue lo que dijo, su subconsciente le jugó una mala pasada. Por algo dijo Letras y no Psicología.
     Desde ese entonces no mucho a cambiado. Ella sigue con la duda, pero creo que va por el camino seguro, Psicología. Ya le falta un año para terminar sus estudios, y no se siente lista. Mira hacia atrás, y piensa que el tiempo se le pasó volando, no puede creer lo grande que está. Se la ve asustada, a veces demasiado. Pero qué puedo decir yo, solo soy un espectador en su vida, un simple autor de hechos diversos. Retomando, la veo con miedo a seguir adelante. Tiene miedo a crecer, a terminar una etapa de su vida, no se siente lista, no cree ser lo suficiente fuerte para afrontar el mundo ella sola. Porque sí, yo la  veo así, y la siento sola. No quiere aceptar la cruda realidad, de que no es la misma, ya no es más aquella chiquita que revoloteaba de acá para allá. Lo peor es que ella lo sabe, lo sabe muy bien, pero como ya dije antes, no quiere ver. Y bueno, yo le deseo lo mejor. Yo sé que ella tarde o temprano va a encontrar su camino, y va a triunfar. Lo único que le digo, es que sea fuerte. Todavía falta mucho que recorrer. Mucho que ver y conocer. Así que dale Valeria, ponete las pilas, secate las lágrimas, y andá, viví la vida, que es corta y larga a la vez.

martes, 21 de agosto de 2012

Odios

Todo es igual, no hay nada nuevo. Siempre pasa lo mismo, y siempre existen los mismos tipos de personas. Estoy harta de que todo sea igual, monótono, monotemático. Estoy harta de todo y de todos. Harta de la rutina, harta de que sean todos unos forros, o unos fríos de mierda, como prefieras llamarlos. Estoy harta de que te critiquen, que te den opinión sin habérsela pedido. Harta de manejar todo sola, de sentir todo sola, y de estar sola, ya sea en la vida, o haciendo algo, creando algo, o lo que sea, no es el punto en cuestión. Odio no estar contenta con nada, no estar contenta con como me veo,  no estar conforme con lo que digo, hago y pienso. Odio sentir toda esta mierda junta y que haga lo que haga no lo pueda superar, odio ser yo en este momento. Odio tener que ver ciertas caras todos los fucking días y querer matarme o matarlos. Odio no poder hacer nada, y no saber qué hacer en algunas situaciones. Odio nunca estar conforme con nada de lo que hago, ni siquiera con lo que escribo, siento que son todas taradeces que siento, y que si alguno las lee diga, que chica tan estúpida. Después me siento un poco mejor y me reconforto, al saber que a algunos les gusta, otros se sienten identificados, y algunos me dicen que aunque hable de mis problemas "adolescentes", siguen siendo problemas, entonces es ahí donde pienso bueno, no es tan tonto al final de todo. Pero no, leo lo que escribo y lo odio, me siento bastante patética escribiendo ciertas cosas, pero que puedo decir, es mi verdad, y es lo que siento, lindo o feo es así. Leo otras cosas y deseo escribir como ellos/as.  Odio no poder expresarme con total honestidad, y facilidad. Odio no poder superar ciertas cosas. Odio a la gente últimamente. Sobretodo a algunos en particular. Odio estar siempre encerrada en un mismo circulo vicioso, que no para más. Lo odio por ser como es, y por tener esas cosas que me hacen quererlo y quererlo matar al otro segundo, lo odio por todas esas cosas que dice y sabe que duelen, por todas esas cosas que hace y no acepta, y piensa que yo no noto nada de lo estúpido que es y de lo obvio que son sus errores. Odio a la gente que te ilusiona, que dice cualquier cosa y después hace otra completamente diferente. Odio no poder decir realmente lo que siento. Odio todo, pero particularmente me odio a mi misma,  por ser en este momento como soy, por reaccionar de maneras erróneas, por ser una cobarde de mierda y por estar escribiendo esto, que es bastante estúpido.

jueves, 16 de agosto de 2012

Don Quijote y el dragón


Estaba Don Quijote recostado en una playa desierta. Se despierta en medio de una densa bruma, al abrir los ojos ve el azul intenso del mar que estaba enfrente de él. Lo sobresalta una leve brisa marina que termina despejando la niebla. Al estar todo más claro, se levanta, se sacude la arena de su ropa, con su mano derecha toca su espada, y ya más tranquilo se atusa los bigotes y barba, empezando a observar dónde es encuentra. Le resulta extraño verse tan cerca del mar, piensa “en la Mancha no hay costa”. Se sobresalta con un corto relincho de su fiel Rocinante que aparece cerca de él. Luego decide subirse al caballo, con su lanza en mano y recorrer alguna distancia.
Las sombras de la noche empiezan a hacerse notar. A lo lejos se divisa la luz de un faro. Don Quijote nota una extraña y gigantesca silueta. Lleno de curiosidad trata de ir hacia ella. Mientras se aproxima, sus febriles pensamientos lo convencen de que una nueva aventura lo estaba por sorprender.
-- ¿Qué es eso que veo allí? En los libros de caballería, he leído sobre dragones gigantes que eran derrotados por valientes héroes. ¿Es esto un dragón? Parece salirle de la boca una gran llamarada de fuego hacia todas direcciones.
            Ya más cerca del faro, Don quijote empieza a idear alguna forma de derrotar a la temible bestia. Don Quijote toma coraje, apunta su lanza hacia la mole, espolea a Rocinante, y a toda velocidad arremete contra el dragón. En un segundo se escucha un gran impacto de su lanza contra la estructura metálica del faro. Quijote cae de su caballo, dándose con mucha fuerza contra el piso.
            Los cuidadores del faro, unos marineros de Prefectura, al escuchar el estruendo salen a ver qué es lo que había sucedido. Encuentran a un hombre tirado en el suelo, magullado, con su armadura abollada y rota. Los marinos no pueden salir de su asombro, al ver el extraño personaje que parece haber salido de otra época. Don Quijote, todavía aturdido agradece la ayuda de los hombres y les pide aliarse con él para derrotar al terrible dragón. Al escuchar esto, los marineros se miran y se empiezan a reír. Don Quijote airado, por la falta de respeto, monta su caballo, mascullando insultos inentendibles, y derrotado se pierde en la noche por las playas del sur.

Escrito por: Valeria Spagnuolo y Miguel Spagnuolo

lunes, 6 de agosto de 2012

Palabras

Palabras, las usamos para expresarnos, para decir algo. Son todas diferentes y siempre tienen muchos significados. Dependen de quién las diga, de en qué contexto se digan o en qué momento y lugar se dicen. Hoy voy a hablar sobre 2 conjuntos de palabras o "frases". Te amo y te quiero, cuál es la diferencia entre ellas? Actualmente ninguna. Odio que se usen así nomás. Que digan todo el tiempo, sin sentirlo realmente. No me banco que lo repitan mil veces y a mil personas diferentes. Un "te amo" no es un "te quiero", y un "te quiero" no llega a hacer un "te amo". En el momento y época en la que vivimos todos se dicen así: "lo amo" " la amo", siempre es el "amo" el que me molesta, porque sé que realmente no lo sienten, un "te quiero" no me molesta pero el "te amo" es algo diferente, tiene un significado y una carga distinta, significa que "querés" a esa persona, de más, que no podés estar sin ella, que pensás todo el tiempo en ese alguien. El "te quiero" es el comienzo del "te amo", ojo, no es menos importante, es solo más simple.
        Lo malo de ese uso incorrecto, es que cuando alguien te dice "tequiero/teamo" no sabés a qué ni a cuál se refiere. Es como que ahora todos se aman, y al que realmente amás qué le decís? Es todo lo mismo, y después obviamente empiezan las confusiones. Qué habrá querrido decir? Qué sentirá realmente? De verdad lo cree? Porque recién se lo dijo a fulanito o a menganita. Y bueno ahí se pudre todo, uno se enoja o no, empiezan las discusiones, porque uno nunca va a saber con exactitud qué piensa el resto de las personas. Lamentablemente siempre va a haber confusiones y cosas malinterpretadas pero bueno, es así la vida. Hay que superar esos pequeños obstáculos y seguir adelante, siempre poniendo una buena cara.

sábado, 14 de julio de 2012

Una plaza

Todo pasa muy rápido. Los autos van ligeramente, tratando de buscar un lugar, de pasar a otro, de irse urgente de una zona. La gente pasa, pasa y pasa, casi trotando, siempre apurados, siempre hay algo mejor que hacer o que ver. Pero no disfrutan la simple imagen que ven. Están apurados por llegar a un lugar, por irse de este, quieren mirar tal cosa, hacer tal otra. Y la vida a algunos se les pasa volando. Pero cuando se ponen a pensar por unos segundos, paran, se detienen, siente que no vieron nada, que no vivieron nada. No llegamos muchas veces a apreciar lo que tenemos, lo que somos, lo que vemos, lo que nos dan, el lugar en donde estamos. 
Todo eso miraba y pensaba una chica, estaba sentada en una plaza, a la vista de todos y de nadie. Quizá ella podía verlos, pero nadie la miraba a ella. Analiza, y descubre un mundo enorme de oportunidades. Oportunidades que otros dejan pasar, o desperdician. Descubre cosas nuevas en los lugares, detalles, que nadie ve, algunos son insignificantes, pero no es así, cada cosa pasa por algo, y cada cosa está por alguna razón en un lugar. Ve un gran mundo, y ella se siente tan pequeña, siente que ese mundo la va a comer en cualquier momento. Vislumbra varios caminos, pero no sabe a cual ir, siente que en el que elija, algo va a salir mal. Algo la va a asustar, y ella va a estar perdida. Pasa el rato, sigue "filosofando" sentada en una plaza, hasta que descubre que todavía es joven, todavía es chica, y que tiene que disfrutar la vida, hacer de todo, animarse a todo, pero disfrutando la vista, el paisaje, y las personas.

Por qué escribo?

Hace un par de semanas empecé un taller. Un taller en el cual tenía y tengo esperanza de que me enseñe a hacer mejor algo que tanto me gusta hacer. Fue mi primer clase, nos leyeron un texto de un autor que no recuerdo, que explicaba por qué escribía. Cómo fue que ese hombre empezó a escribir. Al terminar nuestra profesora de leérnoslo, pensé y desee que la tarea que nos vaya a pedir, sea que expliquemos por qué escribimos. Y así fue, esa fue la tarea. Al principio pensé que era fácil, que lo iba a hacer rapidismo. Pero me puse a pensar un poco más, y dije, "mierda, no era tan fácil como pensaba". Me trabé y me quedé unos minutos mirando el papel, y viendo como el resto parecía escribir con decisión. Hasta que, empecé a escribir, y de a poquito fueron brotando las palabras y crecieron sobre mi hoja. Lo que escribí, fue algo corto, bastante corto, una síntesis de por qué hago esto. No fue cosa fácil, hay tantas razones por las cuales escribo, y tantas maneras de expresarlo, pero mi tarea era elegir las palabras justas que me definieran bien. Lo que escribí era lo siguiente:
 "Escribo por diferentes motivos. El principal sería para expresarme, para contar una historia, mi historia. Soy una persona reservada, y a veces encuentro comodidad en la escritura. Me ayuda a liberarme, a salir un poco de mi propio mundo o de las cosas que me rodean. Me gusta que el simple hecho de escribir, me haga viajar a lugares desconocidos, donde puedo expresarme con unas pocas palabras. Cuando me quiero descargar, me pasa algo, o me enojan ciertas cosas, escribo todo eso. Lo vuelco a un papel en donde, creo yo que nadie me juzga, en donde puedo ser yo misma, ser abierta, y contar mi verdad sobre las cosas, ya sea correcta o errónea. . También escribo para imaginar, tan solo por un rato ¡, que hay otra realidad u otra fantasía en la cual puedo involucrarme."

Y sí, esa es mi confesión, esas son las razones por las cuáles escribo. Me gusta hacerlo, me cuesta, pero lo disfruto. No lo hago muy seguido, pero cuando me pongo, a veces (no siempre), quedo contenta con como quedo el resultado. Me agrada que a algunas personas les guste como escribo. Me hace sentir bien escribir, hago algo que hacen e hicieron miles de miles de personas. Mis personajes  a seguir de la historia, empezaron escribiendo o hicieron eso durante toda su vida. Me encanta leer, y admiro mucho a las personas que escriben los libros que leo. Tienen un don especial, y me gustaría que algún día, alguien piense eso de mis textos. 

lunes, 2 de julio de 2012

Cambios


Existen diferentes cambios. Cambios buenos, cambios malos. Nos suceden a lo largo de toda nuestra vida. Hay gente a la cual le gusta cambiar, ya sea de lugar, rutina, forma de ser, gustos, etc. En cambio a otra gente no le agrada tanto. Yo quizá me incluiría en la gente a la que no les gusta los cambios. Hay veces que me gusta que las cosas estén como están, que no cambien, quizá es por que me da miedo, después ver las consecuencias de esos cambios, o me gusta estar cómoda como estoy, no lo sé. Hay otras personas que conozco, que cambian constantemente, me gustaría ser así algunas veces. Aunque mucho no me gusten los cambios, odio la rutina, y que todo sea igual, si ya sé, es medio contradictorio, pero es así. Puede uno pensar 2 cosas contrarias a la vez no? Hay pequeños y grandes cambios, y yo soy una persona que ha pasado por varios de ellos, y entendí que se puede aprender mucho de los cambios. Ellos crean diferentes experiencias, ya sean buenas o malas, pero son nuevas y distintas entre ellas. Lo cambios pequeños, casi siempre los ignoramos, son cosas que “pensamos” que no nos va a cambiar la vida. Pero los cambios medianos o grandes, ya es mas difícil no pensar en ellos, y también analizar la situación y las cosas que vienen incluidas con esos cambios. A algunos nos da miedo, y está bien, sentir eso. Creo que tenemos miedo porque siempre las personas quieren controlar las cosas que pasan, y se dan cuentas que no pueden controlar todo cuando sucede un cambio. Supongo que tenemos que aprender que no todo esta en nuestras manos, existe el destino, las cosas suceden por una razón. Y bueno, esos cambios, hay que aceptarlos tal cual viene, y ser optimista en sus consecuencias.

martes, 26 de junio de 2012

Situaciones


A ver, por qué las cosas tienen que ser así? Por qué a veces todo se torna complicado? Quiero tenés las respuestas, las respuestas de todo! Porque me molesta tanto no saber ciertas cosas. La vida es así, esta llena de dudas y misterio. Odio el misterio. Odio tener que pasar por ciertas situaciones, en las que no se sabe que hacer con uno mismo, siempre tratando de buscar solución a cosas que no tienen solución! A cosas por las que no vale la pena buscar solución, porque no existe. Me saca tener que buscar soluciones cuando no te sirve de nada.
Odio que la vida sea así, porque en cierta parte, nos mata no saber que hacer. Me mata no saber que hacer en mi situación, lo único que se es que tengo que dejar de hacerme daño a mi misma, porque aunque lo niegue y me duela, lamentablemente yo tengo la culpa de lo que me pasa. Por ilusionarme. Somos así las mujeres, nos enganchamos mucho con un chico, y bue cuando llega la peor parte, esa en la que nos lastiman, no sabemos que hacer, Y la verdad, me encantaría tener esas respuestas. Porque simplemente no es justo estar mal por alguien que no lo merece. Encima, lo peor de todo es que  aquellas personas que nos lastiman o no se dan cuenta de lo que hacen o son muy, pero muy estúpidos. Todavía no entiendo como cierta gente no se puede dar cuenta, de lo que hace o dice. Pareciera que lo hacen a propósito. Como no se van a dar cuenta, de que con lo que dicen, están jugando con los sentimientos de los demás. Y encima después ellos piensan que esta todo bien, que con dos palabras se arregla todo, pero no es así. Ciertas personas, desafortunadamente pensamos demasiado en las cosas. Y eso simplemente nos hace mierda! Pero lo seguimos haciendo. Porque nos ponemos a pensar en cada cosa que nos dijeron, que dijimos, que hicimos, o nos hicieron. Después terminas pensando, esto no me lo merezco y si, la vida te  va a ir presentando situación y cosas que no te mereces. Es injusto, lo sabemos. La vida es injusta. Me gustaría que las cosas no fuesen así porque se supone que somos personas  buenas y no nos merecemos, tener que pasar por situaciones dolorosas. Pero bue, según lo que yo creía, yo era una buena persona, no le hacia mal a nadie, y que paso, me terminaron lastimando mal, jugando con mis sentimientos, sin querer pero s lo hizo y, como siempre eso duele y mucho.
Pero ya fue, me harte de todo, simplemente acordate de que yo no pierdo nada, el que pierde sos vos.
Y este consejo deberían escucharlo y cumplirlo todos, "No pensar tanto". No tenemos que pensar tanto en lo que decimos, hacemos, somos, tenés que ser autentica, ser como sos y como querés ser. No hay que tener miedo, de decir lo que sentimos, pensamos. Nos tiene que importar un bledo lo que piensan de nosotros, lo importante es saber quienes somos y estar conformes con eso. Y yo tomo ahora esa postura, no se porque no lo hice antes.
Decí, pensá hace lo que quieras, y que a los demás les importe una mierda! Tantas personalidades se pierden por ese miedo, que da pena.
Eso es lo que quiero ser y voy a ser: Libre.
Ya  a esta altura, no me importa lo que digan de mi, ni lo que piensen, porque yo se como soy, y eso nadie lo va a cambiar!
Por favor, no pierdan el tiempo pensando en eso, o pensando en esa persona que no lo vale. Sabías que todavía tenés a 600000000 personas para conocer. Enserio lo digo. No perdés nada.
También digo, SEAN INTELIGENTES. Tengan un poco de cabeza, y no hagan cosas que saben que les van a hacer mal. Tomen buenas decisiones. No pierdan amistades por una persona que no lo vale. Porque tarde o temprano, y por experiencia lo digo, se van a arrepentir.
Rodéense de esas personas que los quieren de verdad, sus fieles amigos, porque lo amigos lo son todo.
Y espero que mis amigos cuenten conmigo en todas, en las buenas y en las malas, espero que sepan que me gustaría estar con ustedes en las buenas, porque prefiero guardar el recuerdo de algo lindo con vos y no cuando estas mal.

Etapa de vida



De vez en cuando me siento a pensar, y rara vez entiendo poque las cosas son como son. Osea, no entiendo a este mundo, no entiendo a la sociedad, a la gente, a mis amigos/as. A mi misma. No logro comprender porque hay personas tan crueles y malas, personas que te hacen sufrir de puro gusto, o por simple torpeza. Por sus errores, nos jodemos todos, o solo algunos. Me da bronca que la gente buena este sola, y se sienta así, creo yo que no lo merecen. Se supone que alguna recompenza por ser buena persona hay, o debería haber. En cambio las personas que lastiman y son malas estan acompañados. Te lo muestran. Me da bronca que existan personas que sean partucularmente estupidas. Me da bronca estar sola. Y ver a la gente que si tiene una oportunidad de estar con alguien pero lo desperdicia. Me da bronca que nadie sea lo suficientemente valiente para conocerme, porque nadie lo hace. Siquiera lo intentan. Osea tan aburrida soy? Y creo o quiero creer que soy alguien por la cual vale la pena arriesgarse. Pero la gente prefiere lo rápdo, fácil. Por no decir LA rápida, LA fácil. Pero esta bien. Es por supuesto su elección. Siento que nací en la época equivocada, me gustaría haber nacido en la época en la que se valoraban más las virtudes o los defectos de las persona. Donde la gente se preocupaba verdaderamente por los demás. Pero, inevitablemente nací en la época que me tocó y es esta. Pero me molesta tanto vivir rodeada de hipocrecía, maldad, crueldad. La gente vive despreocupada de resto, que (a veces) sin querer termina, diciendo o haciendo algo que nos hiere, solo por haber pensado en su propio bein. Pero odio con todo mi ser, que la gente no sepa pedir disculpas. Porque es así, la gente es cobarde y no se anima a aceptar que se equivoca, no se anima a pedir perdon, por cobardía, orgullo y verquenza talvez. Pero lña gente se equivoca porque tiene un concepto erroneo de la palabra perdón. Esa palabra no tendría porque dar verguenza, al contrario da señal de valentía, de bondad quizas. Yo quiero que pidan perdon po lo que dicen o hacen. Aunque despues de un tiempo te das cuenta de que no vale mucho esa palabra cuando no lo decis en el momento adecuado.
Yo solo quiero que alguien intente conocerme, que alguein me quiera a pesar de mis muchos defectos y tambien por mis virtudes. Poco me importa si a esa persona que intentase conocerme, yo no le gustase, porque solo es uno más, y yo creo que en un mundo tan grande como en el que vivimos, todos, pero todos tenemos a alguien que debe estar con nosotros.
Yo solo quiero conocer a esa persona. Nada más. Y nada menos.

Apariencias


Apariencias, qué decir de ellas? Vivimos en un mundo en el cual a mucha gente no le importa más si sos bueno, y menos si sos una buena persona. Y me enoja, porque hay ciertas personas que son crueles y lastiman al resto, lo discrimina y lo dejan de lado porque es feo o lindo, porque es tal o tal cosa, porque usa o no usa tal cosa de tal marca. Pocas personas ven al resto y los valoran por sus virtudes o defectos. Porque al fin y al cabo, lo que nos beneficia no es si uno es lindo o feo, si no si sos buena persona. Los sentimientos, ya a nadie le dan importancia a los sentimientos, hacen cosas o dicen cosas y no les importa si les hacen daño al resto.
         Al fin y al cabo lo más preciado que tenemos son nuestros pensamientos, sentimientos, personalidad. Pero nadie se esfuerza por conocer ay descubrir la personalidad de los demás.
         No es cosa fácil pero no es imposible. Uno puede tener problemas con si mismo, pero tenemos que aprender a lidiar con eso, para no lastimar a la gente, para no desperdiciar buenos momentos. Porque si estamos inseguros lastimamos, si dudamos lastimamos, si desaparecemos lastimamos. Y duele porque la otra persona quizás que esperaba algo más de vos, y después se desilusiona. Tenemos que aprender a no cerrarnos, a abrirnos a nuevas personas para que nos conozcan. Y con el tiempo ir disfrutando cada vez un poquito más los momentos que pasamos con nuestros seres queridos o amigos.
         No tenesmo que pensar tanto en el pasado, porque justamente es pasado, ya pasó y no se puede cambiar lo que hicimos o paso. Pero si podemos cambiar nuestro presente y futuro, porque es aquí y ahora. Tenemos que tratar de no pensar y amargarnos tanto por lo que paso en el pasado. No es tarea fácil, obviamente, pero yo creo que nos haría bien a todos. Yo trato, es difícil pero trato. Hay que ser más espontáneos, abrirnos a nuevos caminos y amistades. No pensar en lo que piensen de vos, lo importante es pensar en como vos te ves, si esas contento en como sos, y tenerte confianza en vos mismo, porque si nosotros no nos tenemos fe y esperanza quien más lo va a haces?
         Asique, abrite, contale a la vida como sos, contá lo que querés, lo que sabes, lo que deseas, lo que sentís. Simplemente contate. Mostrate.

Y yo quiero ser la primera en decir: "Yo me mostré al resto".

Nombre: Valu.
Edad: 16 años.
Cosas de mí: Buena onda? Torpe, calentona, charlatana, pesada, bajita, gritona, voz aguda, ojos verdes, etc.
Que sé: tocar un poquitín el piano, un poquitín de guitarra,un poquitín de dibujo y un poquitín de escritura, etc.
Que quiero: Ser feliz! 

martes, 5 de junio de 2012

Realidades




Rememorizo, veo y observo, pienso y reflexiono. Voy descubriendo de a poco el disfraz de cada uno. No me gusta lo que veo, o tal vez si. Descubro facetas nuevas, caras nuevas, situaciones nuevas. Encuentro situaciones incómodas en donde la gente entra y hace entrar a otras personas, y no estoy de acuerdo. La gente tiene problemas, si, siempre los va a tener. Pero tiene que resolverlos en cierto momento, enfrentar la realidad de las cosas, aceptar de que forma son, y no darle más vuelta al asunto. Pero no, como siempre las personas hacemos totalmente lo contrario a lo que deberíamos hacer. Tenemos problemas, y nos complicamos más, lo hacemos mucho más exagerado y lo peor de todo es que la gente mete a otra gente en asuntos en los cuales no tiene nada que ver. Uno a veces se puede encontrar dentro de un conflicto, y se pregunta “qué hago yo acá? Qué tengo que ver yo con todo esto? Arréglense ustedes a mi no me metan”. Pero no la gente es tonta y mete, mete, mete, a gente inocente, que estaba bien como estaba, que no molestaba a nadie, y al final le traen más problemas. Gente obvia e ingenua, parecen desesperados/as, por demostrar algo, por demostrar que son mejores que otros, que a uno lo quieren más que a otros. Las cosas no son así. Todo pasa por algo, si la gente está con vos, si ellos se alejan de vos, te quieren o no lo hacen, siempre, y repito siempre tienen un motivo. No te lo van a decir obviamente, hay gente cobarde en este mundo. O quizá no son cobardes, simplemente no saben lo que quieren o lo que sienten. Eso provoca que nos taladremos todo el día el cerebro tratando de saber, “por qué hizo tal cosa, si dijo que...” “ qué habrá querido decir con eso?” “por qué está con ella/él”. Y así podría nombrar mil cosas. Lamento informar que hay algunas cosas que nunca sabremos. Sí, la gente oculta cosas, a veces es bueno, a veces no tanto, algunas cosas duelen. Hasta una persona muy deshibinida oculta cosas.

Alguien una vez me dijo que nunca voy a poder conocer a una persona en su totalidad. Yo creo en eso. Pero también creo en que no se pueden jugar ciertos juegos. No se puede jugar con la gente, mentir tanto. Oculta todo lo que quieras, pero algunas cosas tenes que ser claro/a, esas cosas serían las que involucran a otras personas. No trato de culpar a nadie, solo digo lo que pienso y espero que otros coincidan conmigo. Hay que ser responsable de las acciones que uno comete. Y no meter a la gente. Además hay que ser inteligente, no digas cosas si no estás seguro si es verdad, no prejuzgues, no digas boludeces. No trates de hacerte el/la que no te importa nada, no te importa ni las opiniones de los demás, ni lo que dicen. No es así, lo sabés vos y lo sabemos todos. Sé lo que querés decir con las indirectas que tirás. No soy tonta. Creeme cuando digo que no me importa.

No entiendo por qué la gente se esfuerza tanto en parecer fuerte, en simular que nada les molesta, nada los lastima. No está mal sufrir por algo, eso justamente demuestra que no sos de piedra, que tenés sentimientos. Lo peor es que no todas las personas pueden soportar la presión de fingir ser alguien que no es, pretender que los comentarios y acciones no molestan. Es la causa de muchos problemas, internos y externos. Internos, ya que uno lidia solo con su carga. Externo porque la gente, no sabe qué pensar, qué decirte, etc.
No quiero alargar mucho más esto, sino se van a re aburrir. Lo único que pido es sinceridad y honestidad (pará, no es lo mismo? Jaja). No muestres todo tu ser, no ocultes lo importante. Querete, no seas inseguro/a, queré. Sé claro, jugá bien, tratá bien. Y bue esto ya parece un diccionario de acciones. Pero es la verdad, no dejes que te lastimen pero no lastimes vos tampoco, no guardes rencores y malos recuerdos o pensamientos, no sirve de nada, solo trae amargura, yo lo sé. Olvidá, te libera, de verdad lo hace. No te preocupes por las pequeñas cosas. Confiá en el que tenés al lado, por algo lo está. Y no odies, es perjudicial para vos y para el “odiado/a”. Amá, suena cursi todo esto cuando lo leo pero que se le va a hacer soy tontamente romanticona. Y es simplemente lo que pienso, y me gustaría que la gente piense y haga. :)

lunes, 27 de febrero de 2012

Amistades perdidas

Hace mucho que no escribo, no se que me pasa, ya no tengo la misma inspiración de antes. Es que sinceramente no sé que escribir, antes como que escribía lo que me pasaba o pasaba a los demás pero, ahora no se como expresarme o expresar con justicia. Hay días en que estoy contenta, hay otros en los que me enojo con el mundo, como cualquier persona, pasa que me da bronca las actitudes de la gente a veces, ya no es como antes. Todos se pelean por cosas insignificantes, mejores amigos se pelean o se distancian, por puro orgullo, osea maduren, valoren al que tienen al lado. Yo no soy el mejor ejemplo, lo acepto, pero trato de estar bien con los que me rodean, incluso con los que me hirieron, porque si bien yo tardo en perdonar a las personas, luego trato de comprenderlos/as, alguna razón deben de tener, buena o mala, no todo se hace a propósito, la gente comete errores y aunque te duele lo que te haya hecho, tenes que aprender a perdonar, no le hables si no queres, pero perdona. Hay que ser inteligente, y cuidar lo que tenemos, los amores van y vienen, las amistades no, las amistades duran para siempre algunas y eso lo tenes que realmente valorar, porque ellos son los que te van a acompañar toda la vida. Si el otro esta mal, trata de apoyarlo porque para eso sirven los amigos, para sacarte sonrisas cuando lo necesitas, para estar en las buenas y en las malas no?.
Conocía hace no más de un año a un grupo muy bueno, se caían re bein, medio como que los adoraba, porque desde mi perspectiva, los miraba y parecia que se llevaban muy bein, que la pasaban muy bien juntos, se aceptaban a pesar de sus defectos pero eso es lo que yo pensaba, viendolos desde afuera. Ahora noto, que se pelean por nada, o se enojan entre ellos por simples rumores, los cuales no sabes si son verdad o no, se distancian, no se hablan. Y me da bronca, porque parecían tan lindos, y ahora se desunieron.
Hay que tratar de ser paciente, perseverante, aguantarte las cagadas que la gente se manda, porque por grave que sean, no siempre lo hacen queriendo. Cuidá a tus amigo/as, porque si perdes tiempo peleando, o amargandote, se te pasa la vida, y despues te vas a arrepentir, te vas a arrepentir de no haber dicho o hecho algo para remediar la situación.
Yo piendo que hay que tratar de disfrutar la vida al máximo, porque es corta, y a veces para volando. Y no hay mejor forma que disfrutarla con los que queres y te quiern.

domingo, 5 de febrero de 2012

Reflexiones

Escondida en la oscuridad, tratando de resolver los problemas que me va presentando la vida. Se dice que son desafíos, yo no lo creo, quién sabrá la verdad? Todo es confuso, inentendible. Amistades rodeadas de mentiras, secretos y verdades sin contar. Peleas inconclusas. Sentimientos revelados, otros no, escondidos por saber la verdad, esa que tanto nos duele, esa verdad que sabemos pero preferimos callar e ignorar. Nos llenamos de bronca, de cosas que quisimos hacer, decir o saber en ese momento indicado. Amoríos, que nos hacen llorar y deprimirnos por días enteros. Cosas esperadas, uno sabe que en cualquier momento iban a suceder, te pasan y todavía no te cae la ficha de lo que hiciste, no pudiste hacer o saber, conocer. Olvidar a personas que no se puede olvidar. Porque significaron mucho para uno. Como se expresa toda esa furia, tristeza? Como sacarla a fuera y que se esfume de a poco en el viento. Se llora? Se grita? Se rompe? Quién sabe q se hace? Yo todavía no lo descubro. Sensible como soy lloro, algunos días pienso o pensamos (porque quién no lo ha pensado) cada cosa que hicimos y decimos, yo esto no me lo merezco, y es verdad no siempre nos merecemos todo lo que nos pasa.
Personas hablando mal de nosotros a nuestras espaldas. No somos boludos. Tanta falsedad en cierta gente. Nos damos cuenta y qué hacemos? Nada, lo dejamos pasar pero sabemos perfectamente que tarde o temprano va a salir todo. Explotaremos, explotaremos (por así decirlo) de felicidad, de furia, de tristeza, bronca o de alegría. Seremos como volcanes en erupción, disfrazados por una estúpida mascara, que creemos que nos protege, pero al contrario nos pone peor, ese día cuando entremos en erupción, se romperá ese frágil disfraz. Saldremos a la luz. Daremos la cara, y pondremos en claro quienes y como somos, cuanto valemos. Todo eso nos enseña que hay que ser fuertes, pase lo que pase. Uno no puede derrumbarse, porque eso nos haría daño, nos debilitaría aún mas. Hay que ser fuertes, vivir el hoy, dejarnos ser, disfrutar de todo lo mas que podamos, no pensar en el futuro, ser inteligentes y no en el sentido de los libros, sino en la vida, no dejar cosas inconclusas, hacer y decir todo hoy. Si te gusta bailar, bailá, si te gusta cantar, hacelo, aunque no lo hagas bien, yo soy un ejemplo. Porque hay cosas que la vida nos la da por alguna razón. Nadie te va a impedir ciertas cosas, hacelas que estás esperando? Hay tantas cosas por ver, tantas personas por conocer. Tanto por vivir. Y siempre pasarla bien, junto a las personas que te quieren, tus verdaderos amigos.

domingo, 22 de enero de 2012

Joven y hermoso.

Allí estaba sentado en un banco, de esa hermosa plaza. Él era un muchacho que esperaba a una chica. Él era un excelente chico, era alto, delgado. Su rostro era angelical, tenía unos hermosos ojos marrones, protegidos por unas largas pestañas, y tenía una particular boca chiquita. Ese día llevaba consigo un pequeño morral en donde llevaba una carpeta con muchos bocetos de dibujos. Le encantaba crear cosas, retratos, pintar, expresarse con un simple dibujo que podía decir muchas cosas. Se había puesto su camisa favorita, con unos jeans y unas zapatillas cómodas. Se había peinado prolijamente, pero había mechones desobedientes que le tapaban un poco la frente, su pelo era de un color castaño claro.
Él esperaba, como lo hacia todos los días desde hace meses, esperando verla. A ella. Ella que había cometido mil errores, pero él siempre la perdonaba, por una u otra razón. Desafortunadamente él había caído en el sucio juego de algo llamado amor, estaba tontamente enamorado de ella.
Él era único en su clase, obviamente como cualquier ser humano. Cometió sus errores, no le daba vergüenza pedir perdón cuando estaba equivocado en algo. Era alguien con el que podías contar siempre, podías charlar deliberadamente de cualquier tema, el no juzgaba. Si estabas mal, él te consolaba, hacía lo imposible para sacarte una sonrisa o hacer alguna payasada para que te distraigas.
Él era en pocas palabras era una gran persona. Pero como varios otros, fue engañado por el amor. Un día éste lo visito, golpeó suavemente la puerta de su corazón, y le prometió muchas cosas, muchas cumplió, pero, sabio amor, no le contó todas las cosas que había en ese contrato, que un día firmó este joven muchacho. Desesperado por conocer las sensaciones, sentimientos y situaciones que conllevan, enamorarse de alguien.
Esperó, esperó, hasta que un día, decidió que algo así no podía controlarlo, decidió ser fuerte e inteligente. Quiso, trató y pudo superarlo. Superarlo y ser feliz, vivir sin ataduras, sin promesas incompletas. Vivir independientemente.
Y desde aquel día, ya no se sienta nadie más en ese banco, en aquella gran plaza, rodeada de árboles, con una gran y hermosa fuente, donde de lejos se ve a un chico sentado cerca de allí, deslumbrado por el reflejo del sol en el agua. Disfrutando y admirando la libertad del agua, que danzaba y danzaba volando por los aires y golpeando suavemente sobre el suelo. Éste joven muchacho, apreció la belleza de algo tan insignificante como el agua, y pensó, que había muchas maravillas pequeñas y grandes, para disfrutar en la vida, que uno no nota muy a menudo. Y se impuso como meta, vivir esta vida, con toda la libertad posible, siendo feliz, disfrutando todos los momentos.